lunes, 21 de diciembre de 2015

Tarta Frozen para Irene





Esta tarta fue todo un reto, era para una niña, Irene, celíaca. Nunca hago tartas para alérgicos o celíacos pero este caso era especial. Irene es la hija de la pareja de mi sobrina, en resumen, otra sobrina en la familia. Ha cumplido 5 años. Aunque no es muy de dulcera, pero estas tartas gustan a todo el mundo. Resumiendo, me daba mucha cosa pero al final quedé con su padre en que la abuela hacía el bizcocho sin gluten y yo la decoraba.

Qué obsesión. Acabé la tarta de Jorge (ya la  mostraré en el siguiente post) y me puse a limpiar todo, cocina, mesa de trabajo, utensilios... no quería que quedaran restos de gluten por ningún sitio. No quería que por un descuido, Irene empezara a vomitar o a encontrase mal en su cumple.

Me pongo con la tarta. Primer contratiempo, me pongo a cortar el bizcocho para igualarlo y resulta que no tiene mucha consistencia y se desmenuza. Lo consigo, más o menos. Voy a rellenarlo con frosting de mantequilla con sabor a algodón de azúcar. El relleno bien. Pero a la hora de cubrir la tarta con la crema de mantequilla.... horror, no se pega, se levanta según pasas la espátula. Lo hice como pude y a la nevera. Ya vería como lo podía resolver con el fondant.


Saco la tarta de la nevera, toda llena de bultos, ya que no pude alisarla bien. Cubro con el fondant, obviamente, se queda de cualquier forma menos liso. Es lo que hay. Afortunadamente, la decoración con los copos de nieve ayudan a disimular las imperfecciones y al final consigo que quede bien.

Las princesas Elsa y Ana las compré. No me daba tiempo a más porque para el mismo día tenía que hacer también la tarta para Jorge, celebraban el cumple el mismo día.





Al final quedó bien y solo por ver la cara de Irene mereció la pena. Y aquí está la homenajeada. Felicidades, Irene, ya eres parte de nuestra familia.






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